Tras un largo año esperando, por fin llego la semana de vacaciones en la nieve. Este año de nuevo decidimos ir a Andorra, repitiendo hotel y también la estación de esquí.
A diferencia con el año pasado, este año no había problemas con la nieve, todo lo contrario por suerte había toda la que queríamos y más. De hecho, el día que llegamos estaba nevando y el día que regresamos también nevaba Eso sí, la naturaleza nos respeto y nos permitió disfrutar de 5 días maravillosos de esquí con sol.
El alojamiento lo teníamos en el Serrat, exactamente en el Hotel Bringué. Un buen hotel con una calidad relación precio bastante buena.
En cuanto al esquí fuimos a Vallnord, repartiendo 3 días en Arcarlis y 3 días en Pal/Arinsal.
La primera jornada fue en Pal, la verdad es que a primera hora de la mañana estaba nevando y eso nos llevo a bajar a la Massana y aparcar el coche en el aparcamiento del Teleférico de Pal. La nieve nos acompaño hasta media mañana, dejando después un día soleado fantástico que nos permito deslizarnos por las pistas de la estación que estaban en un excelente estado.
El segundo día de esquí tocaba ir a Arcalis. Muy buen día de esquí, pistas en un excelente estado y buena temperatura, lo que nos permitió hacer muy buenos descensos.
El tercer día nos acercamos con el coche hasta Pal, una vez allí nos acercamos hasta el col de la Botella para coger el teleférico que une Pal con Arinsal. El plan para ese día era pasarlo en las pistas de Arinsal y después de comer regresar a Pal y pasar allí la tarde hasta la hora de coger el coche y volver al hotel.
Para los días cuarto y quinto tocaba de nuevo Arcalis, fueron dos días a tope de Esquí, subidas y bajadas continuas, con unas pistas en un estado excepcional, y muy buen tiempo. Es difícil encontrar pistas tan buenas y bien cuidadas como las de Arcalis, cada vez que esquío en esta zona de Vallnord me gusta más.
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El último día de esquí fue el que menos nos acompaño. Nos levantamos con una buena nevada y además el aire pegaba bastante fuerte. Lo primero que hicimos fue acercarnos hasta Arcalis, pero una vez allí nos recomendaron que fuésemos a Pal puesto que solo tenían dos perchas en funcionamiento.
De Arcalis bajamos a la Massana donde intentamos dejar el coche en el aparcamiento del telecabina pero este estaba a tope y decidimos subir con él hasta Pal. Cuando llegamos a Pal nos pusimos a esquiar, no era el mejor día para la actividad, pero como era el último había que disfrutarlo al máximo y así lo hicimos.
Fue un día completo, pon cadenas, quita cadenas, vuelve a ponerlas, frio, niebla, nieve... pero ya sabes si algo te gusta, algo te cuesta y por supuesto estábamos dispuestos a despedir la semana de la mejor manera que era esquiando.
La semana no solo fue esquí, también bajamos a Andorra para hacer alguna compra y por su puesto pasamos buenos ratos tomando alguna cerveza que otra en Ordino.
Los más complejo de toda la semana fue conseguir desenterrar el vehículo por la mañana el día que regresábamos a casa, por la noche cayo una gran nevada y nos llevo un buen rato conseguir que los coches estuviesen en la carretera en buenas condiciones, una vez conseguido nos pusimos camino de regreso.
Ahora ya solo esperar que pronto podamos volver a disfrutar de otras buenas jornadas de esquí.
A diferencia con el año pasado, este año no había problemas con la nieve, todo lo contrario por suerte había toda la que queríamos y más. De hecho, el día que llegamos estaba nevando y el día que regresamos también nevaba Eso sí, la naturaleza nos respeto y nos permitió disfrutar de 5 días maravillosos de esquí con sol.
El alojamiento lo teníamos en el Serrat, exactamente en el Hotel Bringué. Un buen hotel con una calidad relación precio bastante buena.
La primera jornada fue en Pal, la verdad es que a primera hora de la mañana estaba nevando y eso nos llevo a bajar a la Massana y aparcar el coche en el aparcamiento del Teleférico de Pal. La nieve nos acompaño hasta media mañana, dejando después un día soleado fantástico que nos permito deslizarnos por las pistas de la estación que estaban en un excelente estado.
El segundo día de esquí tocaba ir a Arcalis. Muy buen día de esquí, pistas en un excelente estado y buena temperatura, lo que nos permitió hacer muy buenos descensos.
El tercer día nos acercamos con el coche hasta Pal, una vez allí nos acercamos hasta el col de la Botella para coger el teleférico que une Pal con Arinsal. El plan para ese día era pasarlo en las pistas de Arinsal y después de comer regresar a Pal y pasar allí la tarde hasta la hora de coger el coche y volver al hotel.
Para los días cuarto y quinto tocaba de nuevo Arcalis, fueron dos días a tope de Esquí, subidas y bajadas continuas, con unas pistas en un estado excepcional, y muy buen tiempo. Es difícil encontrar pistas tan buenas y bien cuidadas como las de Arcalis, cada vez que esquío en esta zona de Vallnord me gusta más.
De Arcalis bajamos a la Massana donde intentamos dejar el coche en el aparcamiento del telecabina pero este estaba a tope y decidimos subir con él hasta Pal. Cuando llegamos a Pal nos pusimos a esquiar, no era el mejor día para la actividad, pero como era el último había que disfrutarlo al máximo y así lo hicimos.
Fue un día completo, pon cadenas, quita cadenas, vuelve a ponerlas, frio, niebla, nieve... pero ya sabes si algo te gusta, algo te cuesta y por supuesto estábamos dispuestos a despedir la semana de la mejor manera que era esquiando.
La semana no solo fue esquí, también bajamos a Andorra para hacer alguna compra y por su puesto pasamos buenos ratos tomando alguna cerveza que otra en Ordino.
Los más complejo de toda la semana fue conseguir desenterrar el vehículo por la mañana el día que regresábamos a casa, por la noche cayo una gran nevada y nos llevo un buen rato conseguir que los coches estuviesen en la carretera en buenas condiciones, una vez conseguido nos pusimos camino de regreso.
Ahora ya solo esperar que pronto podamos volver a disfrutar de otras buenas jornadas de esquí.
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